Diferencias y Ventajas.
¿Vas a realizar una importación o exportación de una carga y no tienes seguridad sobre cual modalidad escoger? En este artículo te contamos las diferencias entre FCL y LCL y cuáles son las ventajas de cada uno de estos modos de transporte marítimo.
Qué es FCL y LCL en transporte marítimo.
Los términos FCL y LCL se refieren a las dos principales modalidades de envío: los envíos FCL de contenedor completo y los envíos LCL o grupajes marítimos.
Un FCL o envío de contenedor completo, como su nombre indica, es un envío en el que la mercancía de un expedidor viaja dentro de un contenedor sin compartir espacio con otras cargas. En un FCL, todo el contenedor está a disposición del importador o exportador.
Por otra parte, un LCL o grupaje marítimo, es un tipo de envío en el que la carga viaja dentro de un contenedor junto con las cargas de otros expedidores. Por eso también se conoce esta modalidad como ‘contenedor compartido’.
En logística, se suelen usar las siglas FCL y LCL por sus nombres en inglés:
FCL: Full Container Load
LCL: Less than Container Load
Para decidir cuál es la mejor opción para tu envío - FCL o LCL - hay cuatro aspectos clave que, como expedidor, deberías tener claros antes de reservar: volumen, seguridad, coste y urgencia.
Diferencias entre FCL y LCL
Volumen del envío.
El volumen del envío se refiere a la cantidad de mercancías que vas a importar o exportar. Habitualmente es el factor decisivo para escoger entre un FCL o un LCL.
Los envíos FCL suelen ser los más económicos cuando la carga supera los 10 palés estándar o los 14 metros cúbicos. En cambio los envíos LCL son más indicados para envíos de menor volumen, normalmente entre los 2 y los 13 metros cúbicos. Aunque también puede salir rentable realizar un envío LCL por debajo de los 2 metros cúbicos en algunas situaciones.
Seguridad de la carga.
Se podría decir que todos los expedidores necesitan que su carga viaje segura. Pero no todos los envíos requieren el mismo nivel de seguridad. Hay cargas que son más sensibles a los cambios y movimientos que sufren las mercancías durante las manipulaciones y el tránsito marítimo.
En un FCL, la carga viaja de forma exclusiva en un contenedor, por lo que suele ser una modalidad de envío más segura. La carga sufre menor riesgo de entrar en contacto con la de otros expedidores - como sucedería en un LCL -, lo que podría provocar daños o una contaminación de la mercancía. Pero también hay que tener en cuenta que, en envíos de menor volumen, la carga puede viajar más segura y protegida en un LCL que en un FCL. Al viajar más compacta, no queda tanto margen para los movimientos.
Costo del envío.
El costo del transporte internacional es uno de los factores principales en la decisión de enviar FCL o LCL. Hay algunas orientaciones que puedes seguir, pero existe un área gris en la que la diferencia en costes de FCL y LCL se difumina.
Para cargas de bajo volumen (entre 2 y 13 m3), la opción más económica suele ser el envío LCL. A partir de 13 m3 la opción más competitiva suele ser el FCL, aunque no se llene el contenedor por completo.
Pero en algunas circunstancias puede compensar más enviar FCL, incluso por debajo de los 13 m3. En estos casos es mejor considerar ambas opciones y consultar con tu transitario.
Además del precio, los envíos FCL y LCL también se diferencian en la estabilidad de las tarifas. En general, las tarifas FCL sufren una gran volatilidad. Las tarifas LCL, sin embargo, son bastante más estables.
Urgencia.
Planificar el envío con antelación es una buena recomendación, pero las circunstancias no siempre lo permiten. Dejando los costes a un lado, otro factor importante para decidir entre FCL y LCL es la urgencia con la que necesitas que el envío llegue a destino.
La opción FCL suele ser la más adecuada para los envíos con tiempos muy ajustados o que deben llegar en una fecha fija, ya que en los envíos LCL se suele trabajar con fechas de cierre más amplias.
Además, en el caso de que haya puertos de trasbordo, un envío LCL corre más riesgo de sufrir retrasos debido a las manipulaciones. Ten en cuenta que las mercancías deben ser descargadas y cargadas de nuevo en cada uno de los puertos secundarios.
Un último aspecto que deberías considerar: en periodos de alta congestión, como los meses de agosto y septiembre o durante las semanas previas a la Golden Week, podría ser más sencillo reservar un LCL que un FCL.
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